De la carta de amor
al sticker
Alba Bolsa Martín
Trabajo de Fin de Grado
Cuatro miembros de la generación que ha vivido todas las revoluciones tecnológicas. Dos de la que ha tenido que aprender a usarlas. Y seis de la generación que no puede vivir sin ellas. Doce historias. Doce entrevistados que explican a través de un mismo cuestionario, dividido en amor y amistad, cómo son sus relaciones interpersonales a través de las redes sociales.
¿Dejaremos de mirarnos a los ojos? ¿Convertiremos las pantallas en cafeterías?
"Por WhatsApp es mejor porque no tienes delante a la persona”, explica Patricia de 23 años; “Yo para declararme prefiero los emoticonos, no tienes que pensar”, dice Julio de 19 años, estudiante de Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid, “o stickers porque dices algo sin decir, pero cuela”, añade Celia, quien está terminando su grado en Publicidad y Marketing en la Universidad Rey Juan Carlos.
Todos pertenecen a la Generación Z, la primera que nació con las redes sociales y las emplea como principal medio de comunicación. Según un informe de IAB Spain son los que más las utilizan en un ámbito no laboral. Esta generación la componen los nacidos entre 1994 y 2009; se caracterizan por la hiperconectividad al manejar diferentes lenguajes digitales; la impaciencia pues se consideran multifuncionales; el individualismo porque sus opiniones las expresan por internet; y la escasez de habilidades interpersonales ya que están acostumbrados a la interacción por redes sociales.
Guillermo Fouce, psicólogo y experto en Comunicación y Salud, explica que la pérdida de la capacidad de comunicarse cara a cara es un síndrome del siglo XXI que ya se está tratando. “Hay gente que tiene problemas de comunicación y hay gente que construye una vida paralela de euforia en función de la imagen que quiere proyectar, que es irreal y que no permite un afrontamiento de la realidad”, dice el psicólogo.
Las redes tienen muchas ventajas y algunos inconvenientes y depende de cómo las gestiones se generan problemas. Para solucionarlos, los expertos re-enseñan a mirar a los ojos, a tocar, a sentir “a volver a ese cara cara”, aclara Guillermo Fouce.
Aunque hay generaciones más predispuestas a sufrir este síndrome “nosotros solemos hablar de una generación que ha nacido con un tercer brazo, el móvil”, explica Fouce. La revolución de internet y las redes sociales afecta a todos: “Por ejemplo, con las personas mayores hablamos de la necesidad que han tenido de adaptarse flexiblemente a una revolución tecnológica rapidísima, sus problemas tienen mas que ver con cómo hacerse entender o cómo no quedarse descolgados de todo esto y trasciende a la comunicación porque, por ejemplo, tienen que hacer muchos trámites y ya no vas al sitio físico, sino que tiene que ser online”, añade el psicólogo.
“Yo prefiero llamar por teléfono porque por WhatsApp me canso”, explica Ana María de 60 años. Pertenece a la Generación de la Posguerra (nacidos entre 1939 y 1959). En el terreno económico, la España de ese periodo se caracteriza por sufrir una gran crisis económica y en el plano social hay que recordar que esta generación vivió la dictadura de Franco y su consiguiente censura.
Generaciones en tiempos de redes
“Sí, claro que me ha pasado el estar todos en una mesa y que nadie hable porque estábamos con el teléfono, pero como yo también estaba con el móvil no me ha molestado”, explica Celia; “Me molestaría mucho porque me molesta que estemos juntos y no podamos comunicarnos”, añade Pablo de 62 años; “No, no me ha pasado, cuando quedo con mis amigas es para echarnos unas risas”, comenta Toñi.
Ella tiene 42 años y es de la Generación Baby Boom, acuñada así porque la cifra de nacimientos sucedidos entre 1958 y 1977 superó los 650 mil anuales. Las personas pertenecientes a esta generación vivieron la llegada de la televisión a España (1960) y el fin del franquismo (1975); así como el nacimiento de las redes sociales (2000) y la creación de la cibersociedad.
Según Alejandro Polanco, escritor, programador, experto en redes y autor del blog Tecnología Obsoleta, de los libro Los herejes de la ciencia y El viaje de Argos y colaborador de Naukas, hemos construido nuestra sociedad alrededor de internet hasta el punto de “digitalizar las conversaciones” y añade que “lo previsible es que la integración de las redes sociales con los aspectos más comunes de nuestro día a día se haga cada vez más intensa, hasta llegar un momento en el que se borrará prácticamente la frontera entre lo que son los diversos modos de comunicación”.